
Soñar y os quedaréis cortos fue el título que eligió Pedro Casciaro para el relato de su vida. Una frase que había escuchado a San Josemaría Escrivá. A los veinticinco años de la muerte de Pedro Casciaro, Rafael Fiol reescribe su vida como testigo cercano de los años en que ambos trabajaron como sacerdotes en tierras mejicanas.
La vida de Casciaro es todo menos rutinaria o anodina y capta la atención del lector tanto por estar llena de aventuras como por el buen humor del protagonista.
Nacido en Murcia en 1916 y criado en Levante estudió Matemáticas en Madrid. Allí conoció al Fundador del Opus Dei del que aprendió a tratar a Dios y con el que, siendo ya miembro de la Obra, huyó por los Pirineos en plena Guerra Civil; con él pasó penurias en Burgos y luego las de la posguerra en Madrid. Pronto se ordenó sacerdote y trabajó como tal en Madrid, Bilbao, México, Roma, Kenya…, hasta regresar en 1966 a México de donde ya no se movería.