Un mar sin orillas

La segunda conversión. Damián FERNÁNDEZ PEDEMONTE

El pasaje del Evangelio sobre los discípulos de Emaús contiene una enseñanza especial para quienes ya llevan un tiempo siguiendo a Cristo. Con frecuencia, en esa circunstancia, el camino cristiano se presenta más arduo. Puede sobrevenir el cansancio, la tristeza, el desaliento, también en quienes se entregaron a Jesús y a sus hermanos.

Los discípulos de Emaús vuelven a ser sorprendidos por la misericordia infinita del Señor y el poder transformador de su Resurrección. Y, como a ellos, Jesús nos sigue buscando a cada uno de nosotros en la crisis de la mitad de la vida, para facilitarnos una segunda conversión: de la que se sigue una nueva esperanza, la aceptación humilde de los propios dones, la alegría del amor al prójimo y la llegada de los frutos auténticos de la evangelización.

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